jueves, 20 de octubre de 2011

El cielo arriba de las avenidas



Todos los años, en primavera, me pongo las alas de papel y vuelo más arriba de la montaña que hay frente a mi ventana, ato las nubes con hilos y paso el otro extremo de los hilos alrededor de mi cintura; después los aseguro con un fuerte nudo y, cuando los tengo sujetos, pinto cada nube de un color distinto; luego dejo las nubes en libertad y en las ciudades llueve amarillo, rojo, verde, azul...

La gente no comprende cómo es posible que la lluvia sea tan hermosa. Ésto es algo que hago cada vez que estoy solo, algo que no puedo comentar con nadie, la gente sabría que estoy loco. Estoy seguro de que si la gente me viese ponerme las alas de papel y volar hasta la montaña, me encerrarían, y más si supieran que cuando llueve amarillo, verde, azul o rojo, es porque yo pinto las nubes de colores








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